Al terminar el rezo del ángelus del domingo el papa no se contuvo y condenó el clima de violencia crónica que azota a República Democrática del Congo.
Pidió a la comunidad internacional ayuda para pacificar la zona y denunció la persecución que sufren los cristianos.
FRANCISCO
Entre las víctimas, muchos son cristianos asesinados por odio a la fe. Son mártires. Su sacrificio es una semilla que crece y trae fruto y nos enseña a dar testimonio del Evangelio con valentía y coherencia.
Minutos antes había comentado las lecturas del día. Dijo que al evangelizar el cristiano debe descubrir el valor de la espera e imitar a Dios, que es paciente.
FRANCISCO
¿Soy paciente al esperar o en cambio me desanimo porque no veo resultados? ¿Y sé encomendar todo serenamente al Señor al tiempo que hago todo lo posible para anunciar el Evangelio?
El papa también recordó que en el día anterio, en Polonia, se había beatificado a un mártir que fue asesinado durante la ocupación soviética y pidió un aplauso a todos los presentes.
JRB