Francisco comenzó su intervención en el G7 tomando una decisión…
Aquí tengo dos versiones: una larga y una corta. Leeré solo la breve.
En su discurso ante los líderes de siete de los países más avanzados del mundo -desde Joe Biden hasta el primer ministro de Japón-, el papa denunció algo que no está prohibido en Estados Unidos: el uso de armas autónomas letales.
FRANCISCO
En un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y el uso de dispositivos como las llamadas “armas autónomas letales” para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un control humano cada vez mayor y significativo. Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano.
Las observaciones del papa se centraron en la inteligencia artificial. Aunque reconoció el poder y los beneficios de esta tecnología, Francisco dijo que puede crear división entre las naciones avanzadas y las que están en vías de desarrollo. Además, señaló que se puede poner en juego la dignidad humana.
FRANCISCO
Condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza si quitáramos a las personas la capacidad de decidir por sí mismas y por sus vidas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas. Necesitamos garantizar y proteger un espacio de control significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizado por los programas de inteligencia artificial. Está en juego la misma dignidad humana.
Concluyendo su discurso, Francisco habló de la importancia y necesidad de una "política sana" y dijo que es lo único capaz de cambiar las deficiencias estructurales de la sociedad.
En sus pocas horas en la Cumbre del G7, al sur de Italia, Francisco no solo pronunció un discurso, sino que mantuvo hasta 10 reuniones bilaterales con líderes mundiales.
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TR: CA