Francisco dedicó la mayor parte del tiempo a saludar uno por uno a los humoristas presentes y a intercambiar con ellos alguna que otra broma…
Aunque eso no quiere decir que no les transmitiera un mensaje. Destacó su capacidad para hacer sonreír en medio de las dificultades y su capacidad de denunciar sin alarmismos.
FRANCISCO
Conseguís hacer sonreír también tratando problemas, pequeños y grandes, de la historia. Denunciáis los excesos de poder; dais voz a situaciones olvidadas, evidenciáis abusos; señaláis comportamientos no adecuados… Pero sin difundir alarmas o terrores, ansia o miedo, como hacen muchos de los que comunican. Despertáis el sentido crítico haciendo reír y sonreír.
Antes de terminar, se recitó la oración para pedir el buen humor de Santo Tomás Moro que el propio Francisco recita a menudo. La encargada fue una actriz italiana; Luciana Littizzetto, que antes de comenzar hizo este comentario al papa.
Gracias, por mi parte y de parte de todos mis compañeros. Nos encontramos solo en los funerales y este es un momento de alegría. Gracias.
Antes de irse es tradición que el grupo se haga una foto con el pontífice. Pero al terminar algunos no pudieron aguantar más el solemne protocolo pontificio y dejaron al papa esta última imagen de ellos mismos antes de despedirse.
JRB