La Jornada Mundial de los Niños se cerró el domingo en el Vaticano, en la plaza, con esta misa presidida por el papa en la solemnidad de la Santísima Trinidad. El papa hizo una homilía muy catequética.
FRANCISCO
Queridas niñas, queridos niños. Estamos aquí juntos para rezar, para rezar a Dios. ¿De acuerdo? ¿Estáis de acuerdo con esto? ¿Sí? Y rezamos a Dios, Dios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. ¿Cuántos Dios son? Uno en tres personas.
Francisco hizo repetir mucho a los niños muchos conceptos: desde la misión del Espíritu Santo hasta el perdón de los pecados.
FRANCISCO
Jesús perdona todo y perdona siempre y nosotros debemos tener la humildad de pedir perdón. Perdón Señor, he fallado. Soy débil. La vida me ha puesto las cosas difíciles pero tú perdóname todo. Yo querría cambiar de vida y tú ayúdame. Pero no oí bien. ¿Es cierto? ¿Perdona todo? Sois buenos, no os olvidéis de esto.
Al terminar la misa el papa se quedó en la plaza porque quedaba una última cita. La del oscarizado artista Roberto Benigni, que se había preparado un monólogo para los más pequeños.
JRB