Otra de las paradas del papa Francisco en Verona fue en el anfiteatro romano de la ciudad. Ante más de 10.000 personas, el pontífice participó en el Arena de Paz, el encuentro central de su viaje. Se trata de un evento que busca poner sobre la mesa las distintas problemáticas del mundo actual.
Por ejemplo, habló Mahbouba Seraj, candidata afgana al Nobel de la Paz. Le dijo al papa que en su país han visto fracasar la democracia y volver a la guerra. También le preguntó al pontífice por qué sucede esto y cuál es el tipo de líder se necesita para avanzar.
FRANCISCO
La cuestión de qué tipo de liderazgo puede llevar a cabo esta tarea que usted ha expresado tan profundamente... La cultura fuertemente marcada por el individualismo, no por comunidad, es lo que hace que la cultura siempre corra el riesgo de que desaparezca la dimensión comunitaria. Donde hay un fuerte individualismo, sobra la comunidad. Y esto que pensamos en términos políticos y demográficos es quizás la raíz de las dictaduras.
Uno de los momentos más fuertes del encuentro fue cuando habló un israelí cuyos padres fueron asesinados el 7 de octubre, seguido de un palestino que a cuyo hermano también mataron. Juntos, le expresaron su dolor al papa y todo el mundo se puso de pie en una gran ovación.
El papa les dijo que ese abrazo que se dieron como hermano es un gran signo de esperanza para la paz.
FRANCISCO
Frente al sufrimiento de estos dos hermanos, que es el sufrimiento de dos pueblos, no se puede decir nada, no se puede decir nada. Tuvieron el valor de abrazarse. Y esto no es solo coraje y un testimonio de querer la paz, sino también un proyecto de futuro.
Para preparar este encuentro, se crearon grupos de trabajo en base a cinco temas: migración, ecología, economía, democracia y desarme. El Arena de Paz no es una iniciativa nueva; lleva trabajando por los problemas del mundo desde la década de los 80.
CA