Entre globos, pancartas, gorras rojas y aplausos. Este fue el recibimiento de las más de 5.000 personas presentes a las puertas de la basílica para el encuentro del pontífice con niños y jóvenes. No faltaron los llamamientos al papa.
Francisco, más que un discurso, respondió a tres preguntas que le hicieron los niños. Sus cuestiones podían parecer sencillas, pero no. Esta fue una de ellas…
En el Evangelio, Jesús llama a los discípulos a seguirle aunque no sean perfectos. ¿Cómo lo hacemos para sentir la llamada de Jesús?
Y esta la respuesta que les dio el papa Francisco.
FRANCISCO
Ahora pregunto: cuando Jesús habla, ¿cómo nos sentimos?
-¡Bien!
No escucho, ¿cómo?
-¡Bien!
-¡Bien! Y así somos capaces de
escuchar la llamada de Jesús, que Jesús nos hace sentir bien, bien. Y si os viene una persona que no os quiere y os da dos bofetadas, ¿cómo os sentís?
-¡Mal!
Y si viene el diablo a decir algo, ¿cómo os sentís?
-¡Mal!
Así habéis entendido bien lo que sentimos cuando viene Jesús y lo que sentimos cuando nos hacen algo malo.
Pero esa no fue la única preocupación de los más pequeños. A Francisco también le preguntaron cómo pueden hacer los niños para ayudar a conseguir la paz. El papa les dijo que Jesús predicaba con ella y es el camino que ellos deben seguir.
FRANCISCO
Sabéis que en este mundo, ahora mismo el mundo está en guerra. ¿Lo sabéis? Hay tantas guerras, tantas guerras, ya sea Ucrania, ya sea Tierra Santa, ya sea África, ya sea Myanmar… Muchas, muchas guerras… ¿Y Jesús predica la guerra o la paz?
-¡La paz!
¿Y qué queremos nosotros la guerra o la paz?
-¡La paz!
Es decir, hemos de ser signo de paz, ¿no?
-Sí
Pero si te peleas con tu compañero, con tu compañera de escuela, ¿serás un signo de paz?
-No.
Después del encuentro, el papa se acercó a saludar a muchos de ellos desde su silla de ruedas.
CA