El estadio de Verona se llenó de cánticos y bailes de miles jóvenes mientras esperaban la llegada del papa Francisco, que lo hizo así, en papamóvil.
Francisco improvisó toda su homilía, que estuvo centrada en la acción del Espíritu Santo. El papa señaló que todo el mundo debe estar dispuestos a recibirla y a cambiar, da igual cuál sea su edad o situación de vida.
FRANCISCO
Padre. Tengo 90 años. Ya no puedo cambiar. Pero, ¿cuántos días de vida te quedan? No lo sé. Con sólo un día, el espíritu puede cambiar tu vida, puede cambiar tu corazón. El espíritu, en primer lugar, es lo que cambia nuestra vida. ¿Lo entiendes? Sí.
Esta misa fue la última parada del papa en su viaje relámpago de un día a la ciudad del norte de Italia. Poco después, voló en helicóptero de vuelta a la Ciudad Eterna.
AT/CA