La Doctrina de la Fe ya no está en la sombra a la hora de tratar presuntas apariciones o fenómenos sobrenaturales. Hasta ahora, el dicasterio hacía sugerencias, pero no se pronunciaba al respecto.
Ejemplo de ello es el caso de un pueblo de Italia, donde una mujer decía ser vidente y tenía una Virgen que, supuestamente, lloraba sangre. El obispo negó que los hechos fuesen verídicos con un comunicado, apoyado por el Dicasterio.
CARD. VÍCTOR MANUEL FERNÁNDEZ
Prefecto, Dicasterio para la Doctrina de la Fe
En el caso de Trevignano, el obispo contó con el aliento de nuestro dicasterio para actuar. Ahora podemos decirlo. Antes no se decía. Podemos especificarlo: tuvo el acompañamiento y el respaldo para declararlo como no sobrenatural.
Otro de los casos más polémicos es el de Medjugorje, donde también hay supuestas videntes. El papa Francisco ha sido muy escéptico con el tema y lo ha dicho públicamente.
FRANCISCO
Sobre las presuntas apariciones actuales el informe presenta sus dudas. Yo, personalmente soy más malo. Prefiero a la Virgen Madre, nuestra madre, y no a la Virgen jefa de una oficina de correos que todos los días envía un mensaje a tal hora... Esta no es la madre de Jesús.
De hecho, desde la Doctrina de la Fe señalan que el caso de Medjugorje sigue en fase de estudio y que estas normas pueden ayudar a que se resuelva de manera más sencilla.
En las últimas décadas, se han acentuado este tipo de fenómenos para los que, como señala el cardenal Fernández, no es necesaria una declaración por parte del Dicasterio.
CARD. VÍCTOR MANUEL FERNÁNDEZ
Prefecto, Dicasterio para la Doctrina de la Fe
El caso de Lourdes, Fátima, Guadalupe. El enorme crecimiento de estas experiencias no es que dependieran de una declaración de sobrenaturalidad. Por lo que para que un fenómeno crezca bajo la acción del espíritu, no es indispensable que se sigan haciendo estas declaraciones que, de hecho, han sido muy raras, muy pocas. En el último siglo, he contado más o menos seis. No más en un siglo.
Por tanto, la Santa Sede no se pronunciará sobre la veracidad de los hechos de manera oficial con una declaración. La única persona con poder para avalar una aparición de esta forma es el papa. Eso sí, desde el Dicasterio matizan que se trata de algo excepcional.
CA