Francisco participó en el congreso que organiza anualmente desde hace cuatro años en Italia la Fundación para la Natalidad. Este organismo trata de sensibilizar a la opinión pública sobre el problema demográfico del país.
En su discurso papa no se andó por las ramas y fue directamente al grano. Por un lado criticó la idea de la superpoblación mundial.
FRANCISCO
El problema no es cuántos somos en el mundo, sino qué mundo estamos construyendo; este es el problema. No son los hijos, es el egoísmo.
Dijo que el problema de la falta de niños es consecuencia de un sistema que deforma la mirada porque impide ver en los demás hombres un regalo. Dijo que una de las consecuencias de este sistema enfermo es el consumismo egoísta y desenfrenado.
FRANCISCO
Y las casas se llenan de objetos y se vacían de hijos, convirtiéndose en lugares muy tristes. No faltan… no faltan los perritos, los gatos, estos no faltan. Faltan los hijos.
Francisco fue muy categórico a la hora de afirmar que el mundo actual está enfermo.
FRANCISCO
Y hay un dato que me dijo un estudioso de la demografía. Y es que en este momento las inversiones más rentables son fabricar armas y anticonceptivos. Uno destruye la vida, el otro impide la vida. Y estas son las inversiones que son más rentables.
En algún momento la espontaneidad de los niños llegó a acaparar mucho protagonismo. Hasta el punto de interrumpir el discurso del papa.
FRANCISCO
Pero no os rindáis… ¿Cómo estás? Pero no os rindáis… ¿dónde estaba?
El papa también llamó la atención en la necesidad de no descuidar a los abuelos. Dijo que una visión optimista de la vida es capaz de combinar la valentía de los jóvenes y la memoria de los ancianos.
JRB
