El papa se reunió con las superioras y delgadas de las carmelitas descalzas a quienes les pidió mirar al futuro sin perder de vista las raíces.
FRANCISCO
Permaneciendo interiormente abiertas a lo que el Espíritu Santo quiera sugerirles, tienen la tarea de encontrar nuevos lenguajes, nuevos caminos, nuevos instrumentos que impulsen con mayor entusiasmo la vida contemplativa que el Señor les ha llamado a abrazar, de modo que el carisma se conserve —el carisma es el mismo— pero que pueda llegar a ser entendido y a atraer muchos corazone.
Las carmelitas descalzas surgieron de Santa Teresa de Jesús y la reforma de la institución carmelita femenina que llevó a cabo en el siglo XVI.
JRB