Roma se queda sin vicario general hasta que Francisco lo decida. El papa hizo una serie de cambios internos en la Diócesis, quitando al cardenal Angelo De Donatis, hasta ahora su número dos en la ciudad, aunque sin nombrar a un sustituto, por lo que el puesto quedará vacante. Así lo anunciaba el episcopado romano:
Debido a la delicada naturaleza del papel del cardenal vicario, el papa Francisco ha comunicado a los obispos, sus estrechos colaboradores, que se tomará un tiempo para realizar un sano discernimiento sobre la persona que desempeñará este papel.
Pero esta no ha sido el único cambio de Francisco. El papa también ha relevado de su puesto al jesuita Daniele Libanori, obispo auxiliar. No se dieron a conocer los motivos de estas destituciones aunque desde hace tiempo la diócesis está pasando por un período alterado por la gestión de los presuntos abusos sexuales cometidos por el exjesuita Marko Rupnik.
En todo caso Francisco ha dado otro cargo a los obispos destituidos. Angelo De Donatis estará al frente de la Penitenciaría apostólica, sustituyendo al cardenal Mauro Piacenza, que en los próximos meses cumplirá 80. A Daniele Libanori el papa le ha creado un cargo: el de asesor en cuestiones de vida consagrada.
CA