El papa recibió en el Palacio Apostólico a los participantes de la asamblea plenaria del Dicasterio para la Evangelización. Entre los presentes se encontraba el prelado del Opus Dei, Monseñor Fernando Ocáriz, quien es consultor para este organismo.
El discurso de Francisco lo leyeron en su lugar.
En él, el papa subrayó su preocupación por los efectos de la secularización en los jóvenes, que ya no se sienten parte de la Iglesia. Francisco propuso al dicasterio luchar contra esa “indiferencia” y trabajar para que las nuevas generaciones recuperen el “sentido de la vida”.
Para ello, el papa subrayó que la evangelización es tarea de todos los católicos y dijo que un ejemplo de ello es el ministerio del catequista.
MONS. FILIPPO CIAMPANELLI
Espero que los Obispos sepan alimentar y acompañar las vocaciones a dicho ministerio, especialmente entre los jóvenes, para que se reduzca la brecha entre generaciones y la transmisión de la fe no parezca una tarea confiada sólo a los ancianos.
Francisco agradeció la labor que el dicasterio está haciendo para preparar el Jubileo de 2025.
MONS. FILIPPO CIAMPANELLI
Será un Jubileo en el que deberá surgir la fuerza de la esperanza. Dentro de pocas semanas publicaré la Carta Apostólica para su anuncio oficial: espero que esas páginas puedan ayudar a reflexionar y sobre todo a vivir la esperanza.
Francisco explicó que la acogida de los peregrinos no debe expresarse únicamente en “obras estructurales sino en permitirles experimentar la fe” a través del buen recibimiento.
PA
