Pocos sabían que organizar el cónclave de 1922 fue una pesadilla financiera. O que dentro del Vaticano hubo cardenales que se convirtieron en espías de Mussolini. O que Galileo, al contrario de lo que muchos creen, no fue torturado.
Estas son algunas de las historias conocidas por el archivista del Vaticano, monseñor Sergio Pagano, que en realidad conoce muchas más.
Lleva décadas poniendo orden dentro de los miles de documentos del Archivo Apostólico Vaticano y conoce los entresijos de muchos episodios polémicos y gloriosos, heroicos y mezquinos.
Algunas de esas historias han sido plasmadas en el libro “Secretum”, donde por primera vez este sacerdote de la congregación barnabita habla largo y tendido de muchas cuestiones de la historia del Vaticano.
Por ejemplo, Pagano llegó a la conclusión de que Benedicto XV, el papa de la I Guerra Mundial, tuvo el gran defecto de elegir mal a sus colaboradores y de cargar con los gastos de sus problemas financieros.
MONS. SERGIO PAGANO
Prefecto, Archivo Apostólico Vaticano
Tenía debilidades… en las amistades. Así que cuando falleció en el 1922 su caja fuerte estaba vacía. Se tuvo que pedir dinero a Estados Unidos para poder hacer el cónclave.
Juan Pablo II pidió a monseñor Pagano que estudiase a fondo el material sobre el juicio a Galileo. El archivista recuerda en el libro cómo hubo un cardenal que le invitó a su casa para decirle esto:
“Si encuentra entre los documentos de Galileo algo que pueda dañar a la Iglesia, destrúyalo”
Sobre Pío XII y por qué no condenó el Holocausto durante la guerra, Pagano tiene su idea personal.
MONS. SERGIO PAGANO
Prefecto, Archivo Apostólico Vaticano
Cuanto más avanzamos en las investigaciones descubrimos más cartas que incluso de parte de católicos alemanes denunciaban al papa los campos de exterminio. Pero al mismo tiempo le decían al papa: no hable. No revele sus fuentes porque nos jugamos la vida.
Yo creo que no quiso decir nada por la terrible idea sobre la locura de Hitler que se había hecho cuando fue nuncio en Alemania. Habría provocado un incendio tal que habría devastado aún más Europa y habría provocado una masacre infinita. Esto es lo que creo aunque cuál fue el verdadero motivo de su silencio se lo llevó a la tumba. Era muy consciente de qué implicaba su silencio.
Monseñor Sergio Pagano reconoce que la historia del Vaticano es convulsa, pero señala que ha visto más luces que sombras en sus archivos.
“Ahora se quiere hacer creer que la Iglesia está hecha de pedófilos, de gente desequilibrada, ilusa, pero no es para nada cierto. Es el ruido del árbol que cae que oculta el buen crecimiento de un bosque silencioso”.
De hecho, también insiste en que a la hora de interpretar la historia es muy importante no perder de vista el contexto en el que tuvieron lugar los hechos.
JRB