De nuevo la salud del papa ha vuelto a demostrar una cierta fragilidad. El sábado el Vaticano anunció que los encuentros del papa se suspendían a causa de lo que denominaron un “ligero estado gripal”.
Desde hace tiempo se ve que Francisco respira con dificultad, aunque no ha disminuido el número de encuentros cotidianos.
De hecho, el domingo mismo retomó su agenda y no falló a su cita con los peregrinos para rezar el ángelus donde recordó con amargura el segundo aniversario de la guerra en Ucrania.
FRANCISCO
Mientras renuevo mi “vivísimo” afecto por el maltratado pueblo ucraniano y rezo por todos, en particular por las numerosísimas víctimas inocentes, suplico que se encuentre ese pequeño pedazo de humanidad que permita crear las condiciones para una solución diplomática.
El papa también lamentó la epidemia de secuestros que se vive en Nigeria y la ola de frío anormal que está asolando Mongolia y que está sometiendo al país a una difícil crisis humanitaria.
El lunes el Vaticano señaló que aunque el pontífice no tenga fiebre, persisten aún ligeros síntomas gripales, por lo que se decidió suspender sus encuentros en agenda.
JRB