La Conferencia Episcopal de Alemania recula después del ultimátum de Roma. Tres de los cardenales con más peso de la curia enviaron una carta a los obispos pidiendo que se parara la votación de los estatutos del “comité sinodal”. Los alemanes publicaron un comunicado en que que afirman aceptar la advertencia.
Como Asamblea General de la Conferencia Episcopal Alemana, nos tomamos muy en serio la carta de Roma, y esto es muy importante que quede claro. Por eso, no hemos votado un estatuto para la Comisión Sinodal.
Esta comisión se instituyó en noviembre de 2023, aunque faltaba votar los estatutos para darle valor jurídico. Desde Roma, dejaron claro que este organismo no entra dentro del derecho canónico vigente, por lo que, de haberse llegado a producir la votación, sería nula.
Uno de los puntos de controversia sobre esta comisión es que pondría en duda no solo la autoridad del papa, sino también de los obispos. Por ejemplo, uno de sus propósitos es asegurar la implementación en las diócesis de las decisiones tomadas en el sínodo alemán.
Desde la conferencia, aseguran que la intención no es en ningún momento limitar la autoridad de los obispos.
Queremos hacer todo lo posible para responder a las preocupaciones de Roma, expresadas en la carta: se trata de la posición del episcopado. La sinodalidad no pretende debilitar al episcopado, sino fortalecerlo. No queremos limitar en modo alguno la autoridad del obispo, de los obispos.
Los obispos alemanes dicen que el sínodo mundial y el camino sinodal alemán van en la misma dirección: el desarrollo de la Iglesia. También reconocen la necesidad de una buena y fructífera comunicación con Roma, y señalan que pronto retomarán este diálogo, aunque dando un paso más.
CA