A comienzos de su pontificado, Francisco realizó cambios drásticos en los procesos que estudian si un matrimonio es nulo. Introducir cambios en este ámbito ha sido poco frecuente en los 2.000 años de historia de la Iglesia católica. Estos cambios incluyen el requerimiento de una única sentencia para la nulidad, lo cual aceleraría el proceso.
Ante los miembros de la Rota Romana, quienes entre otras tareas juzgan casos de posible nulidad matrimonial, el papa insistió en que su objetivo no es que se declaren nulos más matrimonios sino que se resuelvan antes para sacar de la duda a quienes lo soliciten. Dijo que es importante ayudar a las parejas a llegar a la verdad sobre su relación.
FRANCISCO
La tarea de juzgar no suele ser fácil. Alcanzar la certeza moral sobre la nulidad, superando la presunción de validez en el caso concreto implica realizar un discernimiento, al que se ordena todo el proceso, especialmente la investigación preliminar. Tal discernimiento constituye una gran responsabilidad que la Iglesia os confía, porque influye fuertemente en la vida de las personas y de las familias.
El papa recordó además en su discurso las palabras de Juan Pablo II, cuando subrayó que quienes se apartan de la justicia y la verdad, en sus acciones o decisiones, terminan alejando a otras personas de Dios.
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