El pequeño Romeo fue bautizado en la antesala del cielo: la Capilla Sixtina, donde se eligen papas y donde cada día pasan miles de turistas para contemplar las maravillas creadas por Miguel Ángel.
Sin embargo, una vez al año esta la sala se cierra al público convencional y se llena de familias. Son empleados del Vaticano a cuyos hijos el papa bautizará. Este año, concretamente, Francisco bautizó a 16 pequeños. Entre ellos el hijo de esta pareja argentina.
FRANCISCO
Romeo, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
María y Ezequiel llevan varios años viviendo en Italia. Trabajan en el proyecto educativo que promueve Francisco a nivel mundial, Scholas.
Ya habían estado en otras ocasiones con el pontífice argentino, pero reconocen que fue sobrecogedor vivir un momento tan familiar como un bautizo, en un escenario tan solemne como la Capilla Sixtina.
EZEQUIEL DEL CORRAL
Papá de Romeo
Que alguien así bautice a tu hijo es lo más lindo. No se trata de que sea el papa, sino de que sea este papa.
Además, el papa oficia esta ceremonia en italiano, pero para esta pareja hizo una excepción: se dirigió a ellos en español. Entre los llantos del bebé, no pudieron escucharlo y le respondieron cómo se les había indicado.
EZEQUIEL DEL CORRAL
Papá de Romeo
Y después nos retó de que le habíamos respondido en italiano: “Por qué me responden en italiano si yo lo dije en español”, pero es muy lindo pensar en el detalle y en la capacidad que tiene de estar siempre comprendiendo todo lo que va viviendo, en qué contexto, con quiénes. Esa memoria, esa cercanía y esa capacidad de estar en medio de lo más grande atento a lo más pequeño.
Durante la ceremonia, Romeo se escapó de sus padres y se quedó contemplando los frescos.
MARÍA PAZ JURADO
Mamá de Romeo
Era un niño siendo niño justamente en ese contexto y en ese lugar tan majestuoso, tan formal.
Los padres intentaban mantener a sus bebés en calma, pero el papa les recordó que los protagonistas eran los niños y que debían sentirse como en casa.
FRANCISCO
Si lloran, por el momento están en silencio pero es suficiente que uno dé la nota para que comience “el concierto”, dejadles llorar. Si tienen hambre, dadles de pecho, tranquilas, aquí.
MARÍA PAZ JURADO
Mamá de Romeo
Yo me quedo con ese lindo mensaje que aparte a mí como mamá también fue un gran alivio porque los nervios que uno tenía de cómo se porta su hijo, un niño de un año y medio.
Al final del bautizo, el papa les entregó una vela y les dijo que la enciendan cuando vivan momentos difíciles en familia y que pidan a Dios paz para poder afrontarlos.
JRB/PA