La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con 184 Estados y a lo largo de los últimos años ha ampliado sus red, sobre todo en países del Medio y Lejano Oriente.
Por ejemplo: la península arábiga, un territorio hasta hace poco inexpugnable para la diplomacia vaticana. Sin embargo la situación ha cambiado en los últimos años.
Por un lado los países de la región se han visto obligados a abrirse al mundo por necesidades económicas. Por otro lado, tras el fenómeno del fundamentalismo islámico y los atentados en Europa, muchos líderes musulmanes se vieron obligados manifestar públicamente su rechazo a los violentos. Esto facilitó el diálogo con la Santa Sede. Ambos tenían el interés común de decir al mundo que la religión no tiene que ver con el fundamentalismo.
FRANCISCO
En el nombre del Dios Creador, por tanto, es necesario condenar sin titubeos cualquier forma de violencia, porque es una grave profanación del nombre de Dios.
Francisco se convirtió en el primer papa en visitar la península arábiga. En 2019 estuvo en los Emiratos Árabes Unidos. En 2022 viajó a Baréin. Y en 2023 la Santa Sede estableció oficialmente relaciones diplomáticas con el Sultanato de Omán.
El 2023 también ha sido un buen año para las relaciones entre la Santa Sede y un país de tradición comunista, Vietnam. El país asiático reconoció al delegado pontificio en lo que se consideró un gesto contundente de apertura, si se tiene en cuenta el pasado del país y las duras persecuciones realizadas por los gobiernos a los cristianos.
Por otro lado, que la Santa Sede haya llegado a acuerdos con países diametralmente opuestos a la fe cristiana no siempre ha sido visto con buenos ojos por las propias comunidades católicas locales. Por ejemplo, en China, hay sectores que no apoyan el tratado bienal sobre el nombramiento de obispos firmado entre el gobierno y la Santa Sede y que se tendrá que renovar en torno a octubre de 2024.
JRB