Francisco inició el mes de agosto con un viaje que llevaba años esperando: la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Este encuentro se había pospuesto desde 2022 debido a la pandemia.
Durante su estancia en Portugal, el papa se reunió con políticos y líderes de distintas religiones e incluso viajó a Fátima para rezar con los enfermos.
Pero la mayor parte de su tiempo lo pasó con los jóvenes. Escuchó confesiones, mantuvo encuentros personales o almuerzos. Les transmitió un mensaje de esperanza. Animó a todos y cada uno de ellos a vivir con valentía.
FRANCISCO
Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños. Sustituyan los miedos por los sueños. ¡No sean administradores de miedos! No sean administradores de miedos sino emprendedores de sueños.
Este fue su primer viaje tras la operación de junio. En el vuelo de regreso a Roma, señaló que se sentía bien y, de hecho esa misma semana, el pontífice reanudó sus audiencias generales de los miércoles y su agenda normal.
En la solemnidad de la Asunción, el 15 de agosto, Francisco confió a María su preocupación por las regiones del mundo asoladas por la guerra. Rezó por la paz con 10.000 peregrinos en la plaza de San Pedro.
A finales de mes, el papa recibió un galardón: el premio de periodístico llamado "E' Giornalismo", que se conoce como el Pulitzer italiano.
FRANCISCO
Debéis saber que, antes incluso de ser obispo de Roma, solía declinar los premios. Nunca los recibí, no quería. Y continué así también como papa. Sin embargo hay un motivo que me ha llevado a aceptar el vuestro y es la urgencia de una comunicación constructiva, que favorezca la cultura del encuentro y no del desencuentro.
Los representantes del premio dijeron que tener a un papa como galardonado era una "elección sin precedentes" en su historia, pero que el compromiso del papa por la paz y la verdad encajaba perfectamente con su propósito.
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TR: PA