El mes de mayo comenzó en el Vaticano con los 23 nuevos reclutas de la Guardia Suiza jurando lealtad al papa. Una celebración que tiene lugar cada 6 de mayo para conmemorar el saqueo de Roma, cuando este cuerpo militar defendió al papa Clemente VII de las tropas de Carlos V.
Durante este mes, el papa mantuvo tres encuentros importantes. El primero de ellos fue con el papa Tawadros II. El jefe de la Iglesia Copta Ortodoxo acompañó a Francisco en la audiencia general para conmemorar el aniversario número 50 del encuentro entre sus predecesores, el papa San Pablo VI y el papa Shenouda III, en 1973.
FRANCISCO
En memoria de este evento, Su Santidad Tawadros vino a visitarme por primera vez el 10 de mayo de hace diez años, pocos meses después de su elección y de la mía, y propuso celebrar cada 10 de mayo la “Jornada de la amistad copto-católico” que desde ese momento celebramos todos los años.
Francisco también participó en III edición del Encuentro sobre los Estados Generales de Natalidad, donde estaba presente la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Durante su discurso, el pontífice volvió a explicar que la ausencia de niños en una sociedad es señal de temor ante un futuro incierto.
FRANCISCO
No podemos aceptar que nuestra sociedad deje de generar y degenere en la tristeza. Cuando no se genera viene la tristeza. Es un dolor muy fuerte, fuerte. Gris.
Hay que cambiar de mentalidad. La familia no es parte del problema sino parte de su solución.
Otro encuentro importante fue con Zelenski, que estuvo en el Vaticano en una visita relámpago, que duró 40 minutos. El presidente ucraniano regaló al papa una imagen de la Virgen dibujada en una placa antibalas. Por último, y como suele hacer en todos los encuentros, Francisco pidió que rece por él.
Que Dios le bendiga.
Muchas gracias.
Y rece por mí. No lo olvide.
A finales de mayo, ocurrió un incidente en el Vaticano. Un coche entró a toda velocidad por la plaza de San Pedro, dirección puerta de Santa Ana. Al no poder pararlo, el inspector de la Gerdarmería llegó a disparar hacia una de sus ruedas delanteras. El conductor del vehículo era un hombre de 40 años, que fue interrogado poco tiempo después. El juez decidió ingresarlo en psiquiatría del hospital Santo Spirito por problemas mentales.
CA