El papa recibió en el Vaticano al nuevo embajador de Irán ante la Santa Sede, quien le presentó sus cartas credenciales. Regaló a Francisco este cuadro de la Última Cena.
Esto recuerda también que el pueblo iraní está familiarizado con la cultura y la fe cristianas.
En Irán, el 96% de la población es musulmana de la rama chiita y desde hace tiempo el Vaticano está intentando estrechar relaciones con ella, tanto a nivel religioso como político.
De hecho, el presidente iraní solicitó en noviembre una llamada con Francisco, que fue aceptada. En ella, valoró la posición del papa como “líder católico sobre la necesidad de un alto al fuego en Gaza”.
El diálogo con Irán sobre esta cuestión no ha surgido a raíz del estallido de la guerra el 7 de octubre. Ya en 2021, cuando visitó el Vaticano el ministro de Exteriores del país, el diálogo con el papa giró en torno al conflicto palestino-israelí.
Ambos países mantienen relaciones diplomáticas desde tiempos de Pío XII. Se trata de un vínculo delicado debido a las posiciones de Irán en cuestiones internacionales que difieren con las de Santa Sede, aunque siempre han intentado encontrar puntos de unión.
CA