En la última audiencia general antes de la Navidad, el papa dio una directrices a los peregrinos presentes sobre cómo vivir estos días desde la fe.
Francisco señaló que el consumismo y la publicidad corroen el sentido del espíritu navideño y que esto puede llevar a que se descuide su verdadero significado.
FRANCISCO
El consumismo de la Navidad... Es verdad que si se quiere, se pueden hacer regalos. Esto está bien. Es un modo, pero con el frenesí de ir a lo grande, vamos, vamos, vamos. Esto desvía la atención a otro lado y no hay esa sobriedad de la Navidad.
El pontífice dijo que en la imagen del belén, además de sobriedad, hay alegría. Sin embargo, explicó que esto no se puede equiparar a la diversión, porque son términos muy distintos.
FRANCISCO
Porque la alegría es una cosa diferente de la diversión, pero divertirse no es algo malo si se va por el buen camino. No es... Es algo humano, pero la alegría es aún más profunda, más humana. Y, a veces, existe la tentación de divertirse sin alegría. Divertirse haciendo ruidos, pero no hay alegría. Es un poco como la figura del payaso, que ríe, hace reír, pero el corazón está triste.
Al final de la audiencia, el papa volvió a pedir por la paz en Israel y Palestina. También en Ucrania. En el aula Pablo VI estaba presente el embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yurash, quien, con este gesto, agradeció las palabras de Francisco.
CA
