Francisco ha declarado venerable a un pionero de la medicina pediátrica en Guatemala, Ernesto Cofiño. Nació en 1899. En 1933 se casó con Clemencia Samayoa. Fueron padres de cinco hijos. En 1956 Ernesto descubrió su vocación al Opus Dei.
Su prestigio profesional le llevó a ocupar la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos. Aunque no solo destacó por su trabajo, sino también por ser un laico comprometido con su formación doctrinal religiosa y con los más necesitados.
De hecho, en su consulta, no solo se hacía cargo de los problemas físicos de sus pacientes, sino que les ayudaba también a nivel personal. De hecho su apoyo fue esencial para muchos huérfanos y niños de la calle. Además también dirigió Cáritas Guatemala y colaboró con organizaciones dedicadas a educación y capacitación de campesinos, obreros y mujeres de escasos recursos.
JRB