El 8 de diciembre en Roma es un día especial. Con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción, el papa sale de los muros del Vaticano, atraviesa las calles de la Ciudad Eterna y llega hasta la Plaza de España. Desde allí, reza ante la imagen de la virgen.
El año pasado, Francisco no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar al pedir por la paz en Ucrania.
FRANCISCO
Hoy te quería traer el agradecimiento del pueblo ucraniano… del pueblo ucraniano, por la paz que desde hace tiempo pedimos al Señor.
Este día, Francisco también aprovecha para entremezclarse con los residentes y turistas de la ciudad, acercándose a saludarlos. De estos encuentros, salen imágenes tan tiernas como esta (27:43): el papa con los enfermos.
Se trata de una tradición que comenzó en 1953 y que este año celebra su 70º aniversario. En ella, los bomberos tienen un gran protagonismo. Cada año, a las 7 de la mañana, uno de ellos sube hasta lo alto de esta columna para depositar en los brazos de la virgen una guirnalda de flores.
Ese día, Francisco también se desplaza a la basílica de Santa María la Mayor, donde depositará una rosa de oro frente al icono de la Salus Populi Romani. No es la primera vez que un pontífice realiza este gesto. El primero en hacerlo fue el papa Julio III, en 1551.
CA