Este comunicado expresa amargura. La amargura del papa por verse obligado a cancelar su viaje a Dubái. Los médicos le pidieron que no forzara y al final Francisco accedió. Se quedará en Roma.
El viaje que tenía previsto hacer era breve pero exigente desde un punto de vista físico. Francisco iba a hablar ante los participantes de la cumbre sobre el clima. Allí tenía previsto una treintena de encuentros bilaterales en un solo día.
A pesar de que la gripe y la inflamación pulmonar parecían haber remitido, la recuperación del pontífice necesita de más tiempo. Ya había retomado parte de su agenda, aunque no al 100%.
JRB