La irlandesa sor Mary Barron es, desde principios de septiembre, la nueva presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales. Forman parte de esta organización 1.900 líderes de congregaciones femeninas de todo mundo, representando a un total de 600.000 religiosas de los cinco continentes.
SOR MARY BARRON
Presidenta, UISG
Uno de los retos a los que se enfrenta la vida religiosa es el cuidado de las hermanas ancianas y de las hermanas con Alzheimer. Así que ese es uno de los proyectos con los que estamos soñando en este momento: cómo podemos ayudarnos mutuamente a nivel global para cuidar de nuestras mayores, para cuidar de las que necesitan ayuda para también atender a las hermanas con Alzheimer.
Pero este no es el único proyecto que la UISG lleva a cabo. Es bien conocida la labor que realizan, por ejemplo, a través del proyecto Talitha Kum: una red de lucha contra la trata y explotación de personas creado en 2009 y presente, actualmente, en más de 70 países.
En cuanto a proyectos más recientes, la UISG creó en 2020 una Comisión para la Tutela y la Protección de Menores. Tiene como fin la salvaguarda de los niños y jóvenes, pero también la formación de las religiosas en este ámbito.
SOR MARY BARRON
Presidenta, UISG
Esta comisión trabaja para aumentar la capacidad de las congregaciones para prevenir y responder al abuso de menores. Paralelamente a la formación de nuestros propios miembros, se creó un proyecto que estudia el cuidado que se ofrece a los niños en todo el mundo a nivel institucional, en particular en los orfanatos, para ver qué modelo de cuidado, un modelo más familiar, puede darse a los más pequeños en estas situaciones.
Sor Barron participó por primera vez en un sínodo el pasado octubre, donde se trató el tema de la sinodalidad. Entre otros asuntos también salió la cuestión del diaconado en la Iglesia. Precisamente, fue la UISG la que, en 2016, propuso al pontífice crear una comisión para estudiar el diaconado, aunque en este caso fue el femenino.
SOR MARY BARRON
Presidenta, UISG
Permítanme decir primero que el diaconado en general surgió porque teníamos diáconos presentes y había una necesidad de volver a las raíces de este ministerio y recuperar su sentido, que ha sido mucho más amplio que su función litúrgica. Ha estado muy relacionado con el servicio a la caridad y, en este contexto, hay que mirar de nuevo al ministerio del diaconado. La cuestión de la ordenación de mujeres diácono también fue considerada. Es una propuesta que está en el documento. Esta cuestión seguirá siendo estudiada de cara al Sínodo del próximo año.
La primera vez que la UISG participó en una asamblea sinodal fue en 2014, cuando el papa Francisco invitó a esta organización al Sínodo sobre la Familia. Desde entonces, su presencia no ha cesado. De hecho, este año han sido cinco las que han tenido voz y han ejercido su derecho al voto en nombre de todas las religiosas.
CA