La salud del pontífice ha vuelto a acaparar la atención en el Vaticano. El sábado por la mañana Francisco tuvo que suspender las audiencias oficiales que tenía en la agenda por lo que la Santa Sede definió como un “ligero estado gripal”.
Esa misma tarde se fue a este hospital para hacer unas pruebas, hechas las cuales los médicos le dejaron regresar a Santa Marta.
Francisco no salió de allí en todo el domingo. Más de 10.000 personas le esperaban en la plaza de San Pedro para rezar el ángelus dominical, una tradición en el Vaticano. El papa no quiso faltar a su cita con los fieles, pero a causa de su frágil estado de salud se optó por una decisión intermedia. En vez de desplazarse a los apartamentos pontificios para saludar a los fieles, bajó a la capilla de Casa Santa Marta, para realizar desde allí la transmisión en directo.
FRANCISCO
Queridos hermanos y hermanas: feliz domingo. Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de una inflamación en los pulmones y quien leerá la reflexión será monseñor Braida, que las conoce bien porque es él quien las hace y las hace siempre muy bien. Muchas gracias por vuestra presencia.
Al papa se le veía débil pero de buen ánimo. El último episodio de malestar lo había tenido el 6 de noviembre, cuando decidió no leer un discurso porque dijo que se sentía mal, aunque se trató de un episodio pasajero puesto que presidió varios encuentros en ese mismo día.
Sin embargo su estado de salud se ha resentido bastante a lo largo de los últimos dos años. Primero sus problemas en la rodilla le obligaron a moverse en silla de ruedas en parte de sus desplazamientos. Y en 2023 fue ingresado en el hospital hasta en dos ocasiones. Uno en marzo a causa de una infección pulmonar y la otra en junio para ser operado de una hernia abdominal. En diciembre el pontífice cumplirá 87 años.
JRB
