La habitación secreta de Miguel Ángel Buonarotti se abre al público en el Museo Nacional del Bargello, en Florencia, la cuna del renacimiento italiano. Estas paredes están cubiertas de sus bocetos en carboncillo, como este del rostro del Laocoonte.
La habitación fue descubierta por casualidad. El antiguo director, Paolo dal Poggetto, pidió a un restaurador realizar unas pruebas de limpieza en el pasillo que está bajo la Capilla Nueva de los Médicis. La habitación se había utilizado para almacenar carbón hasta 1955 y luego permaneció sellada y olvidada durante décadas.
Durante los trabajos de limpieza, el restaurador descubrió que los bocetos se encontraban bajo dos capas de yeso. Tras estudiar las obras el director concluyó que la habitación había sido el refugio de Miguel Ángel Buonarotti en 1530, durante el período que se ocultaba del papa Clemente VII, más de 15 años después de finalizar sus obras en la Capilla Sixtina.
La sala tiene diez metros de largo y tres de ancho. En ella solo se aceptarán visitas de grupos reducidos de máximo 4 personas.
PA