El ejército más pequeño del mundo nos abre sus puertas.
Aquí entrenan y descansan. Son poco más de un centenar y su tarea es bien conocida. Proteger al hombre de blanco: el papa.
No siempre portan el vistoso uniforme azul, rojo y amarillo de la familia Medici, una de las más conocidas del renacimiento italiano.
A veces, visten de oscuro, como en los viajes papales. Nicola es uno de ellos y acompañó a Francisco en algunas de sus visitas a diversos países.
NICOLA
Guardia Suiza
Cuando era pequeño vi en la tele unos documentales sobre la Guardia Suiza, sobre todo en el 2006, cuando fueron los 500 años de la Guardia. Y era como un sueño.
Un sueño que no siempre es fácil e implica trabajo duro. Desde algo más sencillo como controlar a los peregrinos y turistas, pasando por acompañar a jefes de Estado o gobierno en sus visitas al Palacio Apostólico, y lo más importante: ejercer de escudo personal del papa garantizando su protección en todo momento, hasta desmayarse si es necesario.
NICOLA
Guardia Suiza
Eso, sí. Puede pasar. Sobre todo las primeras veces que se hace. Ahí hay que desayunar bien, comer y, al final, como no te mueves, para que pase la sangre hay que mover un poco las manos, los pies.
Para entrar en este cuerpo militar, los nuevos reclutas deben tener entre 19 y 30 años. Se comprometen a permanecer 26 meses. Todos son hombres, aunque quién sabe si en el futuro, con la remodelación del cuartel, también se admitan mujeres.
JEAN-PIERRE ROTH
Fundación, Restauro Cuartel Guardia Suiza
El edificio actual es del siglo XIX y fue construido con las técnicas de la época. Hay que renovar todo eso o incluso reconstruirlo.
En el ambiente del cuartel, se respira una mezcla entre disciplina y hermandad. Algunos nos dicen que la Guardia Suiza es como una gran familia.
De hecho, hay alguna, como este matrimonio. Pilar y Raphael se conocieron durante unas vacaciones en México. Se casaron en 2017.
El papa no los pierde de vista. Y siempre que puede les regala tequila.
PILAR PATRÓN
Le agradecí cuando se me acercó, le dije “muchas gracias por el tequila su Santidad” y me contestó “¿Ya se te acabó?”.
Vivir entre la Guardia Suiza, como le ocurre a Pilar, es entrar en una sinergia donde conviven la fe, el folclore suizo y el espíritu militar. Pero también la historia. Con más de 500 años, este particular ejército se ha enfrentado a importantes acontecimientos.
El hecho de que el juramento de los nuevos reclutas sea cada 6 de mayo tiene su significado histórico. Ese día se conmemora el saqueo de Roma de 1527 por parte de las tropas de Carlos V. De los casi 190 guardias suizos, solo sobrevivieron 42, los que habían escoltado a Clemente VII desde el Vaticano hasta Castel Sant'Angelo.
Este es su espíritu vocacional, el que pervive y se ha consolidado hasta la actualidad. Llevando por bandera la fidelidad al papa, la Guardia Suiza ha hecho de su emblema el deber y el honor, un privilegio reservado solo a unos pocos. De ahí que sea el “ejército más pequeño del mundo”.
JRB/CA
