El papa tuvo una agenda más que apretada en el fin de semana. Tan solo el sábado mantuvo siete encuentros oficiales. Uno de ellos, con el presidente de Irak.
Abdul Latif Rashid y Francisco dialogaron durante unos 30 minutos. Después, tuvo lugar la tradicional entrega de regalos. El presidente iraquí le entregó al pontífice un hábito papal completo hecho a medida para Francisco. También, una reproducción en oro del Zigurat de Ur. Este último regalo es simbólico, pues el papa se convirtió en el primer pontífice en ir a Irak y, concretamente, en visitar Ur, el lugar desde donde salió Abraham hacia Canaán.
Precisamente, conversaron sobre esto. El presidente iraquí agradeció al papa su visita al país en 2021 y señaló, según un comunicado, que dicho viaje simbolizó la “coexistencia pacífica entre religiones”, algo que el papa ha seguido pidiendo públicamente después de volver de Irak.
31 de agosto, 2022
FRANCISCO
Sigo con preocupación los violentos eventos ocurridos en Bagdad en los últimos días. Te pedimos Dios en la oración que le des la paz a los iraquíes. El año pasado tuve la alegría de visitarlos. Sentí el cercano y gran deseo de normalidad y coexistencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas.
La visita del presidente al papa se enmarca en un contexto en el que la relación entre la presidencia iraquí y la Iglesia católica local, que es de rito caldeo, no pasa por su mejor momento.
En 2013, se nombró al cardenal Sako patriarca de Irak. Sin embargo, el pasado julio, Rashid revocó un decreto que reconocía al cardenal como cabeza de la Iglesia católica en el país.
Sako hizo pública unas declaraciones en las que calificaba la situación de “injusta” y anunciaba la decisión de “retirarse de la sede patriarcal en Bagdad e ir a un monasterio en Kurdistán”.
CA