Así recibieron al papa tanto voluntarios como los más de mil personas sin recursos que participaron en el almuerzo de la Jornada Mundial de los Pobres.
De fondo sonaba la música de Ennio Morricone. El papa no apareció en silla de ruedas sino con el bastón hasta dar con su sitio y bendecir la mesa.
FRANCISCO
Todos juntos recemos al Señor para que nos bendiga, bendiga la comida y bendiga este momento de amistad todos juntos y nos acompañe en la vida.
Es tradicional que en el Aula Pablo VI se respire un ambiente festivo en estas ocasiones. Pocas veces se puede almorzar con un anfitrión como el papa y poder gozar de un menú de mucho nivel. Este fue el primer plato: canelones rellenos de requesón romano y espinacas en salsa de parmesano. Así culminó Francisco la séptima jornada mundial de los pobres.
JRB