Ante el conflicto desencadenado en Gaza, los patriarcas y representantes de las iglesias en Jerusalén han pedido que las celebraciones de la Navidad estén marcadas por la austeridad.
Lo que se quiere es que el dolor ante lo que está sucediendo también esté de alguna forma presente en ese período. Por respeto a quienes sufren y para rezar por todos y por la paz. De hecho se pide que se no se organicen fiestas innecesarias y que la decoración también sea la mínima.
Además, en estos momentos Jerusalén está mostrando su cara más triste. El conflicto ha provocado un freno al flujo de turistas y peregrinos y sus calles están más vacías de lo habitual; una situación que también afecta a la población desde el punto de vista económico.
JRB