Francisco llegó a la plaza de San Pedro en papamóvil, donde lo esperaban miles de fieles para su audiencia semanal de los miércoles.
En este caso, la catequesis sobre el anuncio del Evangelio se la dedicó a la francesa Madeleine Delbrêl, una mujer que vivió durante más de 30 años en los barrios pobres de París. Además, con una particular forma de ver la fe, pues la compara con montar en bici.
FRANCISCO
Un poco como la bicicleta, que no puede mantenerse erguida sin girar. Solo podemos mantenernos erguidos, avanzando, moviéndonos en un arranque de caridad. Es lo que ella llama “espiritualidad de la bicicleta”. Solo pedaleando, sin parar, vivimos en el equilibrio de la fe, que es un desequilibrio, pero es así, como la bicicleta. Si te paras, no se sostiene.
Al final de la audiencia, Francisco volvió a pedir la paz en Ucrania, además de en Israel y Palestina.
FRANCISCO
Que el Señor nos traiga una paz justa. Se sufre tanto: sufren los niños, los enfermos, los ancianos y mueren tantos jóvenes. La guerra es siempre una derrota. No lo olvidemos. Siempre es una derrota.
Francisco concluyó la mañana en la plaza de San Pedro impartiendo la bendición final para, posteriormente, saludar personalmente a algunos sacerdotes y obispos.
CA