4.000 personas llenaron el aula Pablo VI del Vaticano para recibir al papa Francisco con aplausos y música en directo.
Los miembros de la audiencia forman parte del Servicio Internacional de la Renovación Carismática Católica, conocido como CHARIS. Es un grupo centrado en el bautismo, la unidad de los cristianos y el servicio a los pobres. Fue creado hace apenas cinco años por el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida.
En primer lugar, el papa quiso conocer cómo va su trabajo.
FRANCISCO
¿Cómo avanzan los servicios locales de comunión? ¿Qué mensajes nos están enviando? ¿Cuál es el estado de salud de la Renovación Carismática Católica en el mundo? ¿Está creciendo en madurez eclesial?
Después, Francisco animó a los miembros a sonreír, ya que hacer esto les ayudará en su misión.
FRANCISCO
Las personas que experimentan la renovación en profundidad saben sonreír. Saben sonreír. Y esta sonrisa les ayudará a estar vigilantes para no caer en la tentación de los juegos de poder e influencia, rechazando el deseo de sobresalir y de liderar.
Antes de clausurar el encuentro, el papa volvió a pedir el fin de la guerra. Además, rezó en silencio por la paz antes de saludar a los asistentes en su silla de ruedas.
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