En el día de difuntos Francisco visitó otro cementerio militar de la II Guerra Mundial: ya había visitado el norteamericano y el francés. Este año visitó el inglés.
El pontífice siempre mira las tumbas de los militares fallecidos en ese conflicto. En otras ocasiones lamentó que ni siquiera hubiera nombres en ellas. En este caso pidió a todos reflexionar en la edad de las personas enterradas ahí, porque muchos de ellos eran veinteañeros.
FRANCISCO
Pensé en los padres. En las madres, a las que les llega esa carta: Señora, tengo el honor de comunicarle que tiene un hijo héroe. Sí, héroe, pero me lo han quitado. Muchas lágrimas en estas vidas robadas y no podía no pensar en las guerras de hoy.
En el día de difuntos el papa volvió a insistir en el sinsentido que hay detrás de los conflictos armados.
FRANCISCO
Siempre las guerras son una derrota. Siempre. No hay victoria total, no. Siempre. Sí; uno vence al otro pero detrás está la derrota por el precio que se ha pagado. Recemos al Señor por nuestros difuntos, por todos, por todos.
En este cementerio situado en una zona adyacente a la muralla aureliana, en Testaccio, no solo hay soldados ingleses sino que también todos aquellos pertenecientes a la Commonwealth que fallecieron en la zona. Una comisión formada por varios países de la Commonwealth se encarga de su manutención. En total, en este cementerio, hay más de 400 tumbas.
Al terminar la misa, Francisco paseó por entre ellas en silencio.
JRB