La misa de clausura de la penúltima fase sinodal fue todo un llamamiento del papa a la conversión.
El papa Francisco señaló que la Iglesia debe recuperar el sentido de la adoración, de pasar tiempo rezando gratuitamente ante el sagrario. De saber aceptar los imprevistos de la vida y de no aferrarse demasiado a los propios esquemas.
FRANCISCO
Quizás tenemos muchas buenas ideas para reformar la Iglesia, pero recordemos: adorar a Dios y amar a los hermanos con su amor. Esta es la grande y perenne reforma.
Francisco pidió retomar la adoración y no olvidar que la Iglesia debe servir. Servir a los descartados y evitar conductas que imiten el estilo de los fariseos del Evangelio.
FRANCISCO
Esta es la Iglesia con la que estamos llamados a soñar: una Iglesia servidora de todos, servidora de los últimos. Una Iglesia que nunca exige un boletín de “buena conducta”, sino que acoge, sirve, ama. Una Iglesia de puertas abiertas que sea puerto de misericordia.
El papa presidió la misa y el cardenal Grech fue el celebrante principal. Con esta eucaristía se puso punto final a la asamblea sinodal hasta su próxima y definitiva reunión que será en octubre de 2024.
JRB
