La última semana del sínodo comenzó con esta misa en la basílica de San Pedro. El que presidió la celebración fue un cardenal al que pocas veces se le puede ver en Roma a causa de la delicada situación que sufre su país. Se trató del cardenal de Birmania, Charles Bo.
En su homilía recordó el espíritu que con el que se debe afrontar esta etapa concreta del sínodo: no tener prisa por los resultados.
CARD. CHARLES MAUNG BO
Arzobispo de Rangún (Birmania)
Nuestro viaje sinodal no es una odisea espacial preprogramada con ecuaciones matemáticas fijas.
Como Abraham, la Iglesia está llamada a ser justa, a encarnar un viaje sinodal de fe con la convicción de que Dios nunca falla.
Fue una idea que también resaltaron los cardenales presentes en el encuentro con la prensa ese mismo día.
A pesar de las dudas sobre la poca eficacia que puede tener este evento tan largo y del que no saldrán conclusiones definitivas, los presentes coincidieron en señalar que ven muy positivo el hecho de que los miembros de la asamblea puedan encontrarse e intercambiar impresiones en un clima fraterno.
CARD. CHRISTOPH SCHÖNBORN
Arzobispo de Viena (Austria)
Y quizás el método que se está llevando a cabo estos días no tiene por qué llevarse a cabo así siempre, de modo preciso, con las tres fases de escucha como hacemos aquí o como yo lo hago en mi diócesis en todas las reuniones con los sacerdotes. Hacemos así: escuchamos, silencio y luego se discute. Y esto cambia mucho la situación.
Schönborn, que estuvo presente en casi otros 10 sínodos, señaló que este intenta imitar lo que sucedió en el Concilio de Jerusalén en los primeros años de vida de la Iglesia.
La decisión se tomará en octubre del 2024, cuando los miembros del sínodo se volverán a reunir y pasarán sus conclusiones definitivas al papa. A lo largo de los próximos días estos decidirán qué pasos se darán hasta entonces.
P. TIMOTHY RADCLIFFE
Este es un tiempo de espera activa. Permítanme repetir las palabras de Simone Weil que cité durante el retiro: “No obtenemos los dones más preciosos yendo a buscarlos, sino esperándolos”.
El sábado la asamblea votará un documento que servirá de base para trabajar en los próximos meses y el domingo, se celebrará la misa con la que se concluye esta fase del sínodo. A partir de ahí comenzará el tiempo de espera activa hasta la próxima reunión de octubre de 2024.
JRB
