La nueva exhortación apostólica de Francisco es un documento muy personal. De los más personales de su pontificado. Su contenido lo desveló el mismo en el día de su publicación.
FRANCISCO
Como testimonió esta gran santa y doctora de la Iglesia, es la confianza en el amor misericordioso de Dios el camino que nos lleva al corazón del Señor y de su Evangelio.
Francisco es muy devoto de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz pero decidió publicar esta exhortación en el día de otra Teresa: la de Ávila, quien reformó el Carmelo. Considera que la pequeña Santa de Lisieux es el fruto maduro de esa reforma llevada a cabo por la española.
El contenido del documento es una llamada a seguir el ejemplo de Santa Teresita y aprender a seguir la que llama su “invitación al santo abandono”. Es decir: madurar en la fe y superar una visión temerosa de Dios que lleve a una conducta farisaica. El motivo es tan sencillo como aplastante: sin confianza no hay amor. Y de ahí el nombre del documento: La confianza. No se puede llevar una vida de fe si la relación de un cristiano con Dios está basada en el temor o, peor aún, en intentar llevar una conducta justa para pagar el billete al Cielo o para saldar una deuda con Cristo.
El documento es breve pero incisivo. Francisco recuerda que el amor es gratuito y que toda relación establecida con Dios que no vaya en esa línea, al final, aleja de Él.
JRB