El 16 de octubre de 1943, durante la ocupación nazi de Roma, tuvo lugar la mayor detención de judíos de la historia de Italia. Más de 1.000 fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz, de los que solo 16 consiguieron volver a sus casas.
JESÚS SÁNCHEZ ADALID
Autor, 'Una luz en la noche de Roma'
Después de la caída de Mussolini, justo cuando la ciudad de Roma había sido tomada por los nazis por orden de Hitler. Aquí, como en otras ciudades de Europa, sucedió algo terrible y es el hecho de que los alemanes hicieron una redada en el gueto, en el barrio judío, y se llevaron a un buen número de familias judías a la deportación, a los campos de concentración, donde se salvaron muy pocos.
Este oscuro episodio de la historia europea coincidió con el pontificado de Pío XII, quien tuvo que lidiar con una de las épocas más difíciles para el viejo continente: la II Guerra Mundial. El papel de la Iglesia en aquel momento era muy delicado. Las palabras o gestos de Pío XII podían tener consecuencias negativas directas para la población. De hecho, su predecesor, Pío XI, publicó en 1937 una encíclica en la que criticaba la ideología nazi.
Archivo, 2017
P. BERNARD ARDURA
Presidente emérito, Pontificio Comité CC.HH.
Aquí nos encontramos, con la publicación de la encíclica, un poco en una situación similar a lo que ocurrió en Holanda. Durante la guerra, cuando todos los obispos hicieron leer una carta al mismo tiempo en todas las iglesias de Holanda denunciando la persecución. Los represaliados murieron por decenas de miles.
Cuando salió a la luz este documento de Pío XI, el cardenal Pacelli era el secretario de Estado del Vaticano, por lo que fue testigo de las nefastas consecuencias que tuvieron los reclamos públicos de un pontífice. Al ser elegido papa bajo el nombre de Pío XII, tuvo que medir muy bien lo que decía o hacía para que sus decisiones no repercutieran negativamente en la población.
Archivo, 2021
JOHAN ICKX
Archivero, Secretaría de Estado
La Santa Sede, sin embargo, insiste en intervenir allí donde puede para salvar incluso una vida humana.
Tuvieron que sopesar muy bien en qué situación había que actuar o no; cuándo era mejor adoptar un perfil bajo. Porque se sabía que los nazis a menudo redoblaban sus castigos cuando alguien alzaba la voz.
Pío XII fue muy criticado por no denunciar con contundencia la persecución hacia los judíos. En 2019, el papa Francisco decidió abrir los archivos del Vaticano para ayudar a comprender mejor el pontificado de Pacelli o esclarecer este asunto.
FRANCISCO
He decidido que la apertura de los archivos vaticanos sobre el pontificado de Pío XII será el 2 de marzo de 2020.
En el archivo, se han encontrado muchos documentos que avalan el apoyo y la acción de Pío XII hacia los judíos. Sin embargo, otros papeles fueron destruidos en el momento por miedo a que fuesen encontrados por los nazis y los castigos aumentasen. Un ejemplo es el de Aldo Brunacci, prior de la catedral de Asís durante la II Guerra Mundial, que fue declarado 'Justo entre las naciones' por esconder a los judíos.
Archivo, 2020
MATTEO NAPOLITANO
Università degli Studi del Molise (Italia)
Antes de fallecer, Aldo Brunacci me dijo, y me lo repitió con insistencia, que él mismo había visto las órdenes de la Santa Sede que le trajo el obispo de Asís.
Dijo que el obispo le mostró el documento. No lo pudo tomar porque debía ser destruido.
También en Roma la Iglesia ayudó a esconder a las personas que estaban siendo perseguidas y que no necesariamente eran judías.
Archivo, 2022
EMILIO ARTIGLIERI
Presidente de la Asociación Pío XII
En el Vaticano y en la [basílica] de Letrán se hospedaron muchos judíos, pero también no creyentes. En Letrán fue alojado Pietro Nenni, el líder de la parte socialista que en ese momento era muy anticlerical, pero aun estando en contra de la influencia de la Iglesia, fue alojado en la basílica de Letrán, y lo vistieron con ropas de sacerdote para ocultarlo, como hicieron con muchos otros.
Los nazis ocuparon Roma durante nueve meses, entre 1943 y 1944. En ese momento, unos 12.000 judíos vivían en Roma. De ellos, unos 10.000 consiguieron sobrevivir escondiéndose en distintos lugares de la ciudad, entre ellos, más de 150 conventos e instituciones religiosas.
CA
