El prelado Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá en el Opus Dei, fue beatificado en Madrid el 27 de septiembre de 2014. Ahora, la Iglesia estudia un segundo milagro para que pueda ser declarado santo.
FRANCESCO RUSSO
Postulador, canonización Álvaro del Portillo
En este momento, solo hace falta que la Iglesia reconozca que se ha producido otro milagro por su intercesión, para que pueda ser proclamado santo si así lo desea el papa. El 19 de septiembre se entregaron al Dicasterio para la Causa de los Santos las actas de un proceso que tuvo lugar en la Diócesis de León, México, sobre un supuesto milagro, una curación extraordinaria que se produjo atribuida a la intercesión del beato Álvaro del Portillo.
El milagro que se le atribuye es la curación extraordinaria de un hombre mexicano que sufrió un traumatismo craneoencefálico tras tener un accidente de coche, cuando se le cruzó un caballo mientras conducía. Cuando llegó al hospital, la situación era muy crítica.
FRANCESCO RUSSO
Postulador, canonización Álvaro del Portillo
El cirujano, antes de la operación, le dijo a la mujer: "Mire, ahora lo perdemos. No sabemos si sobrevivirá y, sobre todo, cómo sobrevivirá. Es decir, todo el mundo pensaba que sobreviviría pero con graves déficits de memoria, sin poder hablar, déficits motores, pero no.
Los médicos que vieron el caso de cerca, que lo estudiaron, dijeron que podría haber sobrevivido gracias a las intervenciones médicas, pero que se recuperara de esta forma, completamente, sin ningún tipo de rehabilitación era extraordinario.
Sin embargo, el proceso de canonización, al igual que todos, será largo, pues prácticamente acaba de concluir la primera fase, que es la diocesana. Las actas ya se han entregado al Dicasterio para la Causa de los Santos, que ahora debe estudiar si se han respetado los requisitos y procedimientos jurídicos. Después, el caso debe ser analizado por el Consejo Médico.
FRANCESCO RUSSO
Postulador, canonización Álvaro del Portillo
Hay siete médicos de diferentes especialidades a los que el Dicasterio encomienda el estudio de este caso. Al menos cinco de estos siete médicos deben dar un dictamen positivo, es decir, deben decir que realmente desde un punto de vista científico no se puede explicar que se produjera tal curación.
Tras la aprobación del Consejo Médico, el proceso lo estudiarán consultores teólogos y, más adelante, los obispos y cardenales del Dicasterio. Finalmente, la última palabra para que el beato Álvaro del Portillo pueda ser declarado santo la tiene el papa.
CA