En el Vaticano se están viviendo horas de tensión. Cinco cardenales han presionado al papa para que responda con “sí o no” a varias preguntas que consideran esenciales. El motivo es que, a su parecer, la conducta del pontífice ha sido ambigua hasta la fecha.
Por eso quieren que Francisco aclare si la doctrina se puede cambiar, si las mujeres pueden o no ser sacerdotes, si se puede bendecir a parejas homosexuales y si el sínodo tiene poder de decisión en temas doctrinales o no.
La cuestión del sínodo es esencial porque en las próximas semanas este órgano consultivo tendrá una reunión a la que acudirán representantes de la Iglesia de todo el mundo. Los cinco cardenales no confían en la pureza doctrinal de algunos de sus miembros y temen que si el papa da demasiado poder al sínodo, este termine por generar confusión doctrinal en la Iglesia católica.
Los purpurados que han desafiado públicamente son el alemán Walter Brandmüller, el estadounidense Raymond Leo Burke, el mexicano Juan Sandoval Íñiguez, el guineano Robert Sarah y el chino Joseph Zen.
En julio escribieron al papa y al dicasterio de la Doctrina de la Fe. Pusieron sobre la mesa estas preguntas y el papa contestó. Sin embargo para los cinco cardenales estas respuestas no fueron suficiente y en agosto volvieron a la carga. Reescribieron las preguntas y las enviaron de nuevo. Pero al no recibir del pontífice decidieron pasar a la acción y publicarlas para meter presión. Eso sí, no dieron a conocer el contenido exacto de lo que Francisco les dijo en julio.
De hecho, como réplica, lo que ha hecho el Vaticano ha sido publicar la respuesta de casi siete páginas que el pontífice les entregó en su momento.
El sínodo que ocupará prácticamente todo el mes de octubre en el Vaticano ha generado el temor en algunos sectores. El papa ha pedido no caer en alarmismos y fomentar un ambiente de silencio y oración entre los participantes.
FRANCISCO
A Dios no le gustan las proclamas y el clamor, la cháchara y el barullo.
Sin embargo está por ver si se consiguen apaciguar los ánimos.
JRB