Un libro de ilustraciones de 17 kilos. Ese ha sido el regalo que le han llevado al papa Francisco un grupo de casi 60 artistas de República Dominicana al finalizar la audiencia general del miércoles. Son cuadros inspirados en la pintura original de la Virgen de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano.
LUIS EMILIO MONTALVO
Embajador de República Dominica ante la Santa Sede
Ellos, además de los cuadros, se encargaron de generar un gran libro. Ese libro pesa 17 kilos, de tan grande que es, porque el libro tiene todos los cuadros y tiene bastante literatura y algunas representaciones.
Días antes, la Embajada de República Dominicana ante la Santa Sede y el Centro de Estudios Altagraciano organizaron una exposición en la basílica de San Pietro in Vincoli, en Roma.
Todo ello para conmemorar el Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Altagracia y, por supuesto, para darla a conocer al mundo.
MONS. SANTIAGO RODRÍGUEZ
Obispo, Diócesis de San Pedro de Macorís
Mirando la obra tan hermosa y lo que han hecho, vimos que era necesario darlo a conocer, sacarlo de nuestro país, de nuestra República Dominicana y, entonces, traerlo donde está la cuna de nuestra fe, donde precisamente sale todo, es decir, en Roma. Y es, verdaderamente, reitero: una gran oportunidad para seguir dando a conocer la advocación, la devoción a nuestra Madre, la Virgen de la Altagracia.
En el retrato original, del que han salido los cuadros de esta exposición, está representada la Virgen María en el centro; debajo, se encuentra el Niño Jesús sobre el pesebre; y, justo detrás, está San José.
Para el pueblo dominicano, la Virgen de la Altagracia no es solo una advocación mariana a la que le tienen devoción, sino que la consideran su madre espiritual y protectora.
LUIS EMILIO MONTALVO
Embajador de República Dominica ante la Santa Sede
Todo el mundo es devoto de la Virgen de la Altagracia, hasta los ateos, no creyentes, y que nunca van a la Iglesia. La Virgen de la Altagracia es una figura emblemática de la cultura del pueblo dominicano. Entonces, esos pintores se vienen inspirando en ese cuadro original y le han agregado algunas variantes.
La Virgen de la Altagracia ha sido coronada dos veces: la primera, en 1922, por el papa Pío XI; la segunda, en 1992, por Juan Pablo II, con ocasión de su segundo viaje a República Dominicana.
CA
