Al día siguiente de volver de Marsella y una hora después del rezo del ángelus del domingo, el papa volvió a sorprender con un gesto insólito: salió del Vaticano para dirigirse a la capilla ardiente del expresidente de Italia, Giorgio Napolitano, fallecido el viernes a los 98 años. Francisco se convirtió así en el primer pontífice en visitar el Senado de Italia.
IGNAZIO LA RUSSA
Presidente del Senado de Italia
La primera vez que el Santo Padre cruzó el umbral del Senado lo hizo para rendir homenaje al presidente emérito y, como me dijo, a toda Italia.
Llegó en silla de ruedas, pero se puso de pie para saludar a la mujer de Napolitano, a la que ya le había enviado un telegrama el viernes. En él, lo describía como un “intelectual con sincera pasión por la vida política italiana”. Después, frente al féretro, el papa permaneció unos minutos en silencio.
El miércoles anterior, cuando terminó la audiencia general, Francisco habló del ex mandatario italiano, que estaba internado en una clínica de Roma.
FRANCISCO
Y también hoy les pido que dirijan un pensamiento al presidente Napolitano, que se encuentra en grave estado de salud. Que tenga consuelo este servidor de la patria.
Giorgio Napolitano tenía muy buena relación con el papa Francisco, al igual que con Benedicto XVI. Sus mandatos comenzaron con muy poco tiempo de diferencia. Ratzinger fue elegido papa en 2005 y Giorgio, presidente de Italia en 2006.
De hecho, uno de los últimos encuentros oficiales como papa de Benedicto XVI fue con Napolitano en el Vaticano el 6 de febrero de 2013, una semana antes de presentar la renuncia.
Giorgio Napolitano se convirtió en el primer presidente comunista de Italia, con un mandato desde 2006 hasta 2015. Fue el jefe de Estado con más años de servicio desde que se fundó la República de Italia en 1946. De hecho, dimitió de su segundo mandato con 89 años.
El político no era creyente. Su funeral quiso que se celebrase con una ceremonia civil. Por el Senado italiano pasaron, además del papa, el presdiente actual de Italia, Sergio Matarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni.
CA