Los obispos ucranianos, durante su estancia en Roma en el contexto del Sínodo de la Iglesia greco-católica, mantuvieron diferentes encuentros con miembros de la Santa Sede. Uno de ellos con el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
Durante su discurso, el secretario de Estado anunció que, a petición del arzobispo mayor, Sviatoslav Shevchuck, se celebrará un encuentro entre la Iglesia greco-católica y la latina, en la que estarán presentes algunos expertos, para analizar las cuestiones relacionadas con la guerra y su origen. Uno de los objetivos es que aumente el diálogo entre ambos.
CARD. PIETRO PAROLIN
Secretario de Estado del Vaticano
Este fue también uno de los temas que tratamos en profundidad y de los que dialogamos: una comunicación más continua y profunda entre Roma y la Iglesia greco-católica ucraniana. Luego, encontrar vías, que ya hemos identificado algunas, para que pueda haber ese diálogo continuo que servirá, sin duda, en primer lugar, para que la gente sienta que tanto la Iglesia de Roma como el papa están cerca de la Iglesia católica ucraniana y de Ucrania en este momento trágico que está viviendo.
El cardenal Parolin les dijo “que no están solos”, que reciben el apoyo de la Santa Sede y del papa, personalmente. Por ello, quiso destacar los continuos llamamientos públicos de Francisco desde el comienzo de la guerra, como este, en el primer ángelus después de que estallase el conflicto.
FRANCISCO
Lo repito: ¡que se detengan las armas! Dios está con los operadores de paz, no con quien usa la violencia.
El secretario de Estado habló también del intercambio de prisioneros, la repatriación de los niños ucranianos desde Rusia y de la ayuda humanitaria que ha ido enviando la Santa Sede al país a través del cardenal Krajewski.
Los obispos ucranianos también estuvieron el mismo día con el cardenal Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los cristianos. En su discurso, señaló que “las consecuencias de la guerra son aún imprevisibles” y que se necesitará tiempo para que cicatricen las heridas las heridas del cuerpo y del alma de tantas personas”.
Otro de los cargos del Vaticano que pasó por el Pontificio Colegio Ucraniano de San Josafat fue el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, el arzobispo Claudio Gugerotti, que fue nuncio en Ucrania durante cinco años. Expresó la importancia de escuchar los testimonios de los obispos que viven allí.
ARZ. CLAUDIO GUGEROTTI
Prefecto, Dicasterio para las Iglesias Orientales
El deseo de expresar tanta cercanía y afecto en este momento de dolor, de sufrimiento desgarrador, que exigirá un gran sacrificio y un gran esfuerzo para tratar de evitar el sentido de la dignidad de las personas cuya personalidad ha sido desgarrada. Y lo otro es escuchar de los obispos sus testimonios. Esto para mí es muy importante.
Durante el Sínodo, los obispos ucranianos tratarán diferentes temas, la gran mayoría relacionados con el conflicto que, año y medio después, continúa. De ahí, el lema de la asamblea de este año: “La pastoral de las víctimas de la guerra”.
CA
