Estas fueron las palabras del ministro de Exteriores de China sobre la relación de su país con el Vaticano. Lo dijo en su encuentro diario con la prensa:
“A China le gustaría seguir con el diálogo constructivo que mantiene con el Vaticano, mejorar la comprensión, reforzar la confianza mutua y avanzar en el proceso de mejora de las relaciones entre ambas partes”.
El ministro respondió así a una de las preguntas de los periodistas, el de Reuters, que señaló cómo en el día anterior el papa había enviado un telegrama a China para agradecer que su avión pudiera sobrevolar el país para ir a Mongolia.
La situación entre China y el Vaticano es delicada. Desde 2018 han firmado un acuerdo sobre un punto fundamental que generaba tensiones continuas: la elección de obispos. Sin embargo esto no ha significado ni mucho menos el fin de las tensiones.
Según American Magazine el gobierno chino habría impedido a los obispos de su país viajar a Mongolia para ver al papa. Y recientemente el gobierno chino ha firmado acuerdos económicos con Nicaragua, el país que expulsó al nuncio del Vaticano y que está sofocando económica y jurídicamente a congregaciones religiosas como los jesuitas, a quienes les expropió la universidad, todos sus bienes, y hasta les eliminó como personalidad jurídica.
JRB