En una ciudad de Mongolia, a 500 km de la capital, un grupo de misioneros ofrecen atención espiritual a 55 bautizados. La noticia de la visita del papa les llenó de ilusión.
P. DIDO MUKADI
Misionero en Mongolia
Cuando se supo que el papa vendría a Mongolia, mucha gente se sorprendió. ¿Qué puede atraer tanto al papa de una iglesia tan pequeña, mientras que hay muchas iglesias grandes a las que les gustaría verle llegar? ¿Por qué los ojos del papa se vuelven hacia esta pequeña iglesia?
El padre Dido Mukadi es misionero desde hace 7 años. Asegura que la misión en Mongolia no es fácil. Por ello, al evangelizar, deben entender primero las creencias enraizadas en la cultura mongolesa para que el mensaje del Evangelio llegue a la gente con eficacia.
Por ejemplo, asegura que en esta sociedad se otorga un gran valor a la mujer, especialmente a la madre, lo cual les facilita hablar de la Virgen María.
P. DIDO MUKADI
Misionero en Mongolia
Lo que tenemos en común, ese es nuestro punto de partida para que los mongoles puedan creer. Y eso tiene mucho valor para que entiendan quién es María. Y después, acercándose a nosotros, estando con nosotros, siguen aprendiendo muchas otras cosas de la Iglesia. Y lo que me gusta de ellos es que aunque son pocos, esos pocos se comprometen, dan todo lo que tienen.
Dido Mukadi asegura que todos esperan al papa con enorme ilusión. Especialmente a una mujer de su parroquia.
P. DIDO MUKADI
Misionero en Mongolia
Siempre dice: "El día que le de la mano al Papa, volaré". Sólo para entender la emoción en el corazón de la gente.
El padre Dido Mukadi tiene muchas esperanzas puestas en que la visita del papa fortalezca la fe de los misioneros y les anime a no desfallecer en la tarea de evangelizar.
PA
