La guerra en Ucrania no deja de estar presente en los viajes papales.
Durante el vuelo a Mongolia Francisco bendijo esta cantimplora 01:40 atravesada por la metralla de una explosión. El militar ucraniano que la llevaba encima sobrevivió a ella y para agradecer a Dios el seguir vivo dejó este objeto en una iglesia en Leópolis.
Francisco intercambió unas breves palabras con los periodistas, unos 70.
FRANCISCO
Mongolia parece que no termina y sus habitantes son pocos. Una población pequeña de gran cultura.
Y tras más de 9 horas de vuelo el avión se dispuso a aterrizar 00:20 .Desde las ventanas se podía divisar la gran estepa. Un vasto país donde solo habitan poco más de 3 millones de habitantes y donde los católicos no llegan a los 1.400. Este fue el destino elegido por Francisco para el que es su viaje internacional número 43 y su decimocuarta visita a un país asiático.
En tierra le recibieron con la tradicional ofrenda que se da a los huéspedes. El humilde aaruul, un producto tradicional que normalmente se hace con leche de yak y que forma parte de las provisiones de viaje. Era muy común que los mongoles la llevaran en sus desplazamientos a caballo por la vasta estepa.
Su Santidad. Encantada de conocerle. Bienvenido a Mongolia.
Gracias.
Es un placer y un honor.
Mongolia es una tierra estratégica a nivel político porque está situada entre Rusia y China. De hecho el vuelo papal pasó por el espacio aéreo chino y como es tradicional el pontífice escribió un telegrama a las autoridades para agradecerles el gesto.
El pontífice de 86 años se convierte en el primero que visita Mongolia. Un viaje de cinco días muy deseado por el papa argentino cuya prioridad está en visitar los países donde los católicos son minoría. Su visita supone todo un evento no solo para los cristianos sino también para todo el país.
JRB