En Roma se vivió una tarde de contenida emoción. Era el día de la independencia de Ucrania y por eso su embajada ante la Santa Sede organizó esta misa.
Quien presidió la misa fue monseñor Hlib Lonchyna, obispo de los Ucranianos Greco-Católicos en Francia, presidió la celebración. El concelebrante fue el canónigo de la basílica de Santa María la Mayor Monseñor Irynej Bilyk. Fue uno de los primeros obispos en reunirse con Juan Pablo II tras la etapa en la que vivía su fe en la clandestinidad.
MONS. HLIB LONCHYNA
Obispo Greco-Católico ucraniano en Francia
Estamos celebrando el aniversario número 32 de la independencia de Ucrania, y por supuesto es una celebración muy feliz porque los ucranianos han estado luchando durante siglos para ser una nación independiente. Pero, por otro lado, se mezcla con el dolor de la guerra en Ucrania.
Entre los presentes, se encontraba el embajador de Ucrania Ante la Santa Sede, Andrii Yurash, que agradeció al Vaticano los esfuerzos de la misión de paz.
ANDRII YURASH
Embajador de Ucrania ante la Santa Sede
Estamos agradecidos con la Santa Sede por la oportunidad de participar en este proceso y cuando el cardenal Zuppi visitó Ucrania fue recibido por los principales representantes del Estado, por el presidente, por varios otros, las figuras más importantes de nuestro país.
La celebración tuvo lugar en la Basílica de Santa Sofía, el corazón de la comunidad ucraniana en Roma. Fue construida antes de la independencia. Algunos de los ucranianos presentes aseguraron que para ellos esta basílica es un refugio, una pequeña Ucrania.
OKSANA BOYKO
Ucraniana
Siempre ha sido un lugar donde todos los migrantes ucranianos de todos los países vienen a buscar un pedacito de Ucrania. Para nuestros hijos que han crecido aquí en Italia, este lugar se llama Ucrania.
VASYLYNA
Ucraniana
Me alegro de que tengamos un lugar agradable donde reunirnos, celebrar juntos, hacer nuestras oraciones y saludar a nuestros compatriotas.
Todos entonaron el himno nacional al terminar la celebración ante la estatua del prelado que comenzó la construcción de la basílica hace décadas.
Han pasado 18 meses desde que inició el conflicto y entre muchos presentes pesaba la nostalgia de un período de paz en el que podían estar con sus familias.
PA