Paul de Livron modela desde su taller en el suroeste de Francia la silla de ruedas que entregará al papa. Él mismo lleva casi 10 años usando una, debido a un accidente de senderismo que tuvo en Marsella. En mayo, después de una audiencia general, enseñó al papa el prototipo de la silla de ruedas que está preparando para él. Paul aseguró que este nuevo modelo se adaptará a las necesidades de Francisco.
PAUL DE LIVRON
Ingeniero y artesano
El regalo de esta silla de ruedas al papa Francisco significa que, de hecho, todas las personas discapacitadas necesitan encontrar y recibir un equipamiento que no sólo compense su discapacidad, sino que también se adapte a ellas como un guante. Eso es lo que he intentado hacer para el papa Francisco, una silla de ruedas que sea estéticamente agradable, cómoda y, al mismo tiempo, un verdadero instrumento médico que le ayude en su vejez. Intento hacer una silla de ruedas que se adapte a él como un guante.
La silla está hecha a la medida: tiene unos reposabrazos grandes para que pueda apoyarse al ponerse de pie. El respaldo está hecho para que pueda estar sentado durante horas. Los asideros de la parte trasera están hechos deliberadamente más altos, para que Sandro Mariotti, su ayudante, no tenga que encorvarse al empujarla.
Además, los materiales de los que está hecha la silla son muy especiales.
PAUL DE LIVRON
Ingeniero y artesano
La silla de ruedas del papa Francisco está hecha principalmente de madera que proviene de dos países: de Rusia y Ucrania. He hecho un montaje que refleja a estos dos países en la silla de ruedas del papa porque se ha ofrecido regularmente como mediador.
Los dos brazos de la silla están hechos de restos de la madera del techo de Notre-Dame, que ardió en el incendio de 2019.
PAUL DE LIVRON
Ingeniero y artesano
La parte sur del techo de Notre-Dame de París, la estructura medieval de principios del siglo XIII que sobrevivió el incendio de 2019. Tengo la suerte de haberla recibido. Dos vigas que sobrevivieron al fuego, que estaban completamente carbonizadas, pero de la que me las arreglé para tallar los apoyabrazos. Lo interesante, de hecho, es que son árboles que crecieron alrededor del año mil doscientos y fueron contemporáneos de San Francisco de Asís, quién es el santo patrón del papa Francisco.
El proyecto tiene un coste de 15.000 euros que ha sido cubierto con crowdfunding. La lista de los nombres de los donantes se entregará al papa junto con la silla de ruedas. Paul aprocechará su viaje apostólico a Marsella en septiembre para entregarlos.
PA
