Francisco ha hablado de la confesión en muchas ocasiones durante su pontificado. Comenzó recordando que él mismo se confiesa.
FRANCISCO
También el Papa se confiesa cada 15 días, porque el Papa también es un pecador. Y el confesor escucha lo que le digo, me aconseja y me perdona, porque todos tenemos necesidad de este perdón.
Y de hecho lo ha demostrado. Es habitual que en las celebraciones penitenciales de la Cuaresma el papa predique con el ejemplo.
También le hemos visto confesando a penitentes en San Pedro. A ellos les anima a superar la vergüenza.
FRANCISCO
No tengáis miedo de sentir vergüenza. No tengáis miedo.
Cuando sentimos vergüenza, debemos estar agradecidos. Quiere decir que no aceptamos el mal y esto es bueno.
En cambio, a los cristianos practicantes que están acostumbrados a confesarse, les recuerda que no se trata de un mero trámite.
FRANCISCO
Bueno, yo voy, digo mis pecados, el sacerdote me perdona, me dice que rece tres Avemarías y me voy en paz. ¡Tú no has entendido nada! Tú sólo fuiste al confesionario a realizar una operación bancaria, a hacer un trámite de oficina. Tú no fuiste avergonzado allí por lo que hiciste.
Francisco también tiene consejos para los sacerdotes que confiesan. Que no hagan la vista gorda, pero que al mismo tiempo no sean curiosos y hagan preguntas demasiado concretas que no aporten nada.
FRANCISCO
No hagas preguntas indiscretas. He aprendido una lección muy importante del Cardenal Piacenza. Me dijo que cuando ve que a una persona le cuesta confesar un determinado pecado, pero entiende de qué se trata, le dice: 'Lo entiendo. Sigamos adelante'. No les causes más dolor. No los tortures.
Capítulo aparte son los abusos sexuales. Ante los escándalos, algunos gobiernos como el francés han pedido la abolición del secreto de confesión. Pero Francisco rechaza de pleno esa propuesta.
FRANCISCO
El secreto sacramental es indispensable y ningún poder humano tiene jurisdicción, ni puede reclamar sobre ello.
El papa ha remarcado en otras ocasiones que la confesión es uno de los lugares privilegiados para un encuentro con Dios. De hecho, antes de ser nombrado papa, ya estaba haciendo las gestiones para su retiro. Y uno de sus planes era precisamente dedicar mucho tiempo a confesar fieles.
AT/JRB
